Asociación Amics de la Seu Vella de Lleida

 




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Capillas
Las capillas del crucero:


Sacristía

La grandiosidad del crucero permitió que el número de capillas absidiales pasara de tres a cinco, correspondiendo la mayor a la nave central y dos a cada una de las naves laterales. Su construcción fue inicialmente románica pero las concesiones obtenidas por las familias nobles, obispos, canónigos, etc. con el tiempo modificaran algunas al estilo gótico.

El ábside central interpone, entre el ábside propiamente dicho y su arco toral, una zona pre-absidial de gran profundidad. En el había un coro, tallado en maderas finas y bajo el arco existía un enorme retablo de mármol y alabastro, obra del maestro Rubió, del cual se conservan algunos fragmentos en el Museo Diocesano y otros en tres Museos de Estados Unidos. De la mesa sagrada, esculpida en mármol y jaspe solo quedan las columnas destinadas a sostener el dosel del trono episcopal.


En el espacio pre-absidial se encuentra una puerta abierta en época del gótico tardío que da acceso a una capilla lateral i que fue habilitada como sacristía, dividiéndola en dos plantas comunicadas por una escalera del más típico gótico catalán.

Frente a la puerta de la sacristía se ubica la tumba del canónigo Berenguer de Barutell, el cual murió asesinado por defender los intereses de la catedral y que había sido tutor de las hijas de Jaime II el Desgraciado, último conde de Urgell. Fue construida en 1452, está constituida por un arco apuntado, enriquecido con un guardapolvo conopial con hojas y flores, sobre el friso de la propia tumba.


Tumba de Barutell


Capilla de Montcada

En 1328, Ot de Montcada, hermano de la reina Elisenda, adquirió los derechos de la primera capilla al lado de la epístola que en principio era románica, quien la hizo ampliar i transformar al estilo gótico para destinarla a panteón dinástico de la poderosa familia Montcada, fue la mas suntuosa que hubo por sus esculturas y ricos retablos del pintor Ferrer Bassa. La capilla fue dedicada a san Pedro, que estaba en el altar principal y además había otros dos alteres dedicados a San Pablo y San Juan. Había varias tumbas. La más importante tenía dos figuras yacentes, caballero y dama, de magnífica escultura y bellísima policromía de las que solo se conserva la mitad superior de los cuerpos. Algunas esculturas parece ser que están en el museo de los Claustros en Nueva York.

La siguiente capilla absidial, fue reconstruida en estilo gótico, en el segundo tercio del siglo XIV y se conoce con el nombre de Capilla de Colom, fue fundada por el obispo Ferrer de Colom. Destacan unas extraordinarias claves de bóveda que representan la Anunciación y la Virgen y el Niño. Hay gran profusión de escudos familiares consistentes en un palomo con un báculo cruzado como fondo. De la tumba del fundador se conserva parte del friso con una procesión funeraria de frailes y clérigos.
Otras Capillas de la Seu Vella:


Sepulcro de Requesens

La Capilla de Requesens se encuentra situada en la nave lateral derecha, al lado de la llamada Puerta “dels Fillols” Fue fundada y mandada edificar de su propio peculio, por el obispo Guerau de Requesens a finales del siglo XIV y dedicada a la advocación de la Epifanía. Es de estilo gótico, el ábside tiene cinco lados con cinco ventanales geminados, las aristas de las bóveda están esculpidas con figuras, doseles y escudos con bella policromía. Las tres claves de bóveda presentan una rica decoración lobulada con escudos de la familia y del fundador, en la mayor se ve la Virgen con el Niño y a sus pies el obispo Guerau. En el mausoleo situado al lado de la Epístola fue enterrado el Obispo Guerau y años más tarde el conde Luis de Requesens, quien fue Gobernador y Capitán General de Catalunya, Debajo y con entrada por el exterior está la Cripta donde se enterraron otros miembros de la familia.

La Capilla de San Juan Bautista está en la misma nave y al otro lado de la Puerta de Fillols. Hasta el siglo XIV la capilla albergó el baptisterio. Al principio era románica, pero cuando pasó a ser propiedad de la familia Pinell se modificó al gusto gótico de influencia aragonesa. Está adornada con multitud de escudos que representan un pino. Las claves de la bóveda representan a la Virgen con el Niño.


Capilla de Jesús

La Capilla de Jesús o de Cescomes es la única capilla totalmente exterior al templo, con acceso por la escalinata y atrio de la Puerta de Fillols. Fue fundada por el obispo leridano Arnau de Cescomes, si bien cuando se acabó ya era Arzobispo de Tarragona. Se inauguró el 1334 y fue obra del inglés Reinard de Fonoll. El interior de la capilla, sus proporciones, la amplitud del ábside, las bóvedas y los grupos escultóricos hacen de ella un modelo perfecto. Está adornada con cinco vasos funerarios destinados a familiares de Cescomes, así como también una lápida fundacional y de consagración en mármol, que es la mejor conservada.

En el resto del templo cabe destacar también la minúscula capilla de Santo Tomás y San Blas, con pinturas mudéjares que todavía son evidentes; la de Clariana, con escudos formados por quince estrellas de ocho puntas; la de Santa Margarita, con pinturas murales del siglo XIV que representan la Crucifixión; el Mausoleo de Berenguer Gallart.


sepulcro de Pere Moliner (1322)


Cripta de Requesens

Otras muchas capillas que adornaron el recinto desaparecieron durante la ocupación militar, así como los sarcófagos de Berenguer de Peralta, de Bernat de Gralla, de Gombáu de Camporrells, el promotor de la Catedral; de Guillem Pere de Ravidats, que fue otro de los constructores y de Esteve de Mulceu , que están documentados, además de otros muchos que se desconocen.
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